jueves, 3 de septiembre de 2009

Las rayas de las Galletas

I, feeding spot.

El « feeding spot » no paramos de hablar sobre el. Ver el nacimiento es raro hoy en día, ¿pero que es ser testigo de su muerte? Un evento al que no debe fallar y compartir con los demás. Aquí pues expongo este testimonio sin pretensiones sobre el tema y más concretamente sobre el famoso lugar de feeding “las rayas” de Las Galletas.

Desde más allá de lo que se recuerde la memoria colectiva local, este « feeding spot » apareció una bonita mañana de los ochenta. Lugar de parada de la famosa atracción turística del submarino amarillo de las Galletas, los buceadores de la tripulación utilizaban el pecio de un barco abandonado como punto de encuentro con las rayas. Alimentaban a los peces bajo la mirada admirativa de los turistas acuáticos, todos las narices clavadas a los ojos de buey. En medio de su inmenso desierto de arena, el « feeding spot » se sentía bien. Pero el submarino cesó sus actividades después de una década de inmersiones diarias. Se deja a su vez al abandono, definitivamente… El atormenta el puerto de las Galletas, testigo de un pasado desconocido de la procesión de submarinistas que pasan delante de él cada día. El relevo fue asegurado. Contra todo pronóstico, un bebé « feeding spot » nació a principios de los años 2000, compañeros de pañales de un otro pequeño submarino amarillo todo nuevo, basado en la costa Este de la isla. La atracción sigue siendo idéntica en su funcionamiento, los buceadores de la tripulación deben solamente bajar a 30 metros en vez de 20. El peque « feeding spot » se lleva bien, está bien alimentado.

Pero volvemos de nuevo a nuestro feeding spot “las rayas”. Los centros, los clubes, incluso los submarinistas fuera de estructura lo mantuvieron con vida durante todos estos años locos. El feeding al diario produce comportamientos inesperados, no sólo por parte de los agradables miembros sino también de la fauna. Por ejemplo el Sargo breado se adapta muy bien. Persiguen sin tregua a las rayas para que suelten su comida y así beneficiarse de ella. Testarudos, ellos muerden siempre en el mismo lugar, lo que causa heridas que no curan nunca. Un día puede ser que utilicen la misma técnica con los buceadores, como lo hacía una tortuga marina el año pasado en el mismo lugar. Ella también desapareció.

Lejos de los ojos, lejos de las manos. Cuando una raya de 2m2 te levanta el morro para mendigar comida, es difícil resistir y no tocar, es humano. Eso debe ciertamente volver a la tierna infancia ese deseo de tocar. Un impulso incontrolable que no tiene ningún sentido para un pez. La raya no aprecia nada de un contacto físico, a parte ciertamente algunos problemas cutáneos, ¿cuántos son estos tan felices submarinistas que no hacen caso de las recomendaciones durante los briefings? Millares al año, sin lugar a dudas. “Rápido hazlo, nadie lo verá”… ¡Que va, incluso algunos las cogen por la cola!

Hablando de cola, el feeding introdujo un cambio de mentalidad importante en los relativos a las buenas costumbres pesqueras. Efectivamente, listillos marineros fueron allí a practicar su deporte favorito, o puede ser su oficio eso la historia no lo cuenta. El « feeding spot » esta atacado. Los peces EAF (elevados al feeding) pierden su desconfianza natural y muerden al anzuelo… De madrugada, rayas sin aguijón nos acogían sobre el fondo derramado de aguijones sin raya. Y luego un día ninguna raya vino a nuestro encuentro. La reputación del « feeding spot » es fuerte cuando se hace referencia al buceo en Tenerife y a las Galletas en particular. ¿Entonces cómo va a sobrevivir sin visitante? ¿Voy a asistir finalmente a su muerte? Pues no, en un impulso de supervivencia último, empujado por “corrientes aleteados”, se deslocalizó ligeramente. Sí, señoras y señores, el « feeding spot » no se muere, emigra. Una vez agotados los recursos, elige con cuidado su nuevo nido, dejando detrás un paisaje vacío de vida. Excepto por algunas morenas instaladas confortablemente en el pecio, que deben sentirse muy solas ahora.

Desde el punto de vista económico, el « feeding spot » siempre fue un valor estable, supo adaptarse a la demanda, y eso mucho antes de la llegada de la actual crisis económica. Flexible, el se adapta a todos los programas. Esta incluso accesible para el nivel B20 (bautizos-a-20m-con-rayas-garantizadas). Pero otro « feeding spot », el del Puertito de Adeje, adquirió en menos de dos años la mayoría de las cuotas de mercado de su competidor, con el lanzamiento de un programa mucho más competitivo llamado “bautizo-a-12m-con-tortugas-marinas-garantizadas”. Gracias a una elección estratégica de primer orden, el feeding spot “las tortugas” se liberó de las limitaciones logísticas seleccionando un nido accesible desde la orilla. Una maniobra que simboliza claramente su entrada en el mundo de la gran distribución.

Los servicios públicos locales parecen haber tomado conciencia de la situación general del sur de Tenerife y colaboran estrechamente con los centros de buceo y organizaciones ecologistas. Varios proyectos de conservación de los recursos marinos son en proceso de elaboración. Este fin de semana por ejemplo, una decena de centro de buceo de las Galletas organiza una inmersión de erradicación del erizo de mar Diadema (Diadema Antillarum). Esta acción sirve de preparación al proyecto “Micro reserva marina” de la Montaña Amarilla, punto de inmersión en los alrededores. Prevé puntos de anclaje, un reglamento del número máximo de submarinista diario pero sobre todo una prohibición de practicar tanto el feeding como la pesca.

Texto e ilustración: Philippe GUILLAUME, Tenerife.




2 comentarios:

  1. hola pues a mi me gusta el feeding, es divertido como ir al loro parque y no conocer nada mas salvaje de la isla que las zonas recreativas para turistas que no buscan nada mas atractivo en Tenerife.

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  2. Soy asiduo del buceo en Las Galletas y nunca me ha gustado esta inmersión de la que hablas, me gusta ver las especies en estado totalmente salvaje, si bajo y no veo nada bien y si se ve algo mejor, pero atraer con el apetitoso reclamo de una bolsa llena de desperdicios "comida" no me parece bien, máximo cuando hay desaprensivos que hacen de las suyas.
    El centro de buceo con el que suelo ir cuando les llamo para contratar una inmersión lo primero que me dicen es no , a las rayas no vamos, porque saben de sobra que no me gusta hacer esta inmersión aunque en mas de una ocasión he estado con los chuchos pero realmente no es de mi agrado la encuentro mas bien aburrida,todo el tiempo entre un frenesi de desperdicios, arena y submarinistas, vamos de lo peor, estoy con tu post 100% de acuerdo.
    Un saludo de seamarazul y buen azul amigo.

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