Inmersión desde la orilla o barco – nivel fácil.El Puertito de Armeñime es, sin duda alguna, el punto de inmersión más visitado de Tenerife. Se encuentran en la costa Oeste, a los pies del pueblo de Armeñime. Se puede acceder por carretera o por barco, lo que lo hace muy popular.
El acceso desde la orilla se hace por una pequeña playa propicia para un baño a medianoche… La bahía está protegida y se utiliza como fondeo permanente para una flota de pequeños barcos de pesca o de recreo. Aconsejo el acceso por el mar a partir de Puerto Colon. Eso evita nadar unos veinte minutos entre los barcos a poca profundidad y también se produzca robos frecuentes en los vehículos dejados sin vigilancia durante la inmersión.
El ancla se tira con precaución sobre el fondo a 12 metros. Hay ya dos barcos de buceo in situ, no estaría bien dejarla caer sobre la cabeza de uno bautizado… La entrada al agua es rápida, los submarinistas exploran nerviosamente el fondo durante la bajada. ¿Pero dónde están las tortugas verdes que se nos ha prometido? Y aquí aparecen, una detrás de la otra. Un vaivén incesante entre el fondo arenoso y la superficie. Su comportamiento esta claro: vienen con la intención de alimentarse y examinan a cada submarinista o aficionado de excursión con aletas (el snorkeling).
El homo sapiens es omnipresente aquí. En el buceo, este lugar se utiliza para toda clase de programas, desde el principiante hasta el especialista, ya que cuenta con poca profundidad y garantiza un espectáculo muy vendedor. Eso sin contar con los snorkelers, procedente de la orilla o de los barcos de recreo quien vienen a disfrutar de una tarde de relax. En cuanto a las motos de agua, se acercan al litoral a plena velocidad en busca de tortugas en superficie. “¡Hey! ¡Look at that!”. Solo la pequeña flota de barco de pesca del barrio parece la más tranquila aquí, inmóvil (al menos durante el día) en medio de toda esta agitación…
Debajo el agua, puedes encontrar toda una fauna característica de los fondos arenosos. No es raro cruzarse con un tiburón ángel o una raya. En verano 2009, incluso se informó de un avistamiento de tiburones martillos varios días seguidos. La pared rocosa vertical que confina este campo de arena es muy pobre en vida marina pero se puede encontrar un poco más de diversidad marina en los grandes bloques, que están al principio de la inmersión.
Se contabilizaron al menos 6 ejemplares de tortuga verde simultáneamente en este lugar. Parecen aprovechar de una comida de fácil acceso para prepararse a seguir con su viaje. El problema principal es que resultan generalmente heridas antes de poder seguir con su migración. El Centro de recuperación de la fauna silvestre (0034 922.250.002 - 112) interviene continuamente en el Puertito debido a las heridas causadas por las embarcaciones o por ingestión de plásticos.
El Puertito de Armeñime es un lugar de renombre que se ha transformado en un teatro de actuaciones incomprensibles. La foto adjunta fue tomada en noviembre de 2009. La flecha de un furtivo atravesó a una tortuga verde. ¿Accidente, venganza o simplemente estupidez humana? Eso me recuerda la historia vivida por un amigo submarinista en este mismo lugar. Contemplaba con admiración a una sepia (choco) tumbada sobre la arena aproximadamente a un metro de él, cuando de repente una flecha se le clavó justo dentro… ¡La caza a los submarinistas está abierta!
El acceso desde la orilla se hace por una pequeña playa propicia para un baño a medianoche… La bahía está protegida y se utiliza como fondeo permanente para una flota de pequeños barcos de pesca o de recreo. Aconsejo el acceso por el mar a partir de Puerto Colon. Eso evita nadar unos veinte minutos entre los barcos a poca profundidad y también se produzca robos frecuentes en los vehículos dejados sin vigilancia durante la inmersión.
El ancla se tira con precaución sobre el fondo a 12 metros. Hay ya dos barcos de buceo in situ, no estaría bien dejarla caer sobre la cabeza de uno bautizado… La entrada al agua es rápida, los submarinistas exploran nerviosamente el fondo durante la bajada. ¿Pero dónde están las tortugas verdes que se nos ha prometido? Y aquí aparecen, una detrás de la otra. Un vaivén incesante entre el fondo arenoso y la superficie. Su comportamiento esta claro: vienen con la intención de alimentarse y examinan a cada submarinista o aficionado de excursión con aletas (el snorkeling).
El homo sapiens es omnipresente aquí. En el buceo, este lugar se utiliza para toda clase de programas, desde el principiante hasta el especialista, ya que cuenta con poca profundidad y garantiza un espectáculo muy vendedor. Eso sin contar con los snorkelers, procedente de la orilla o de los barcos de recreo quien vienen a disfrutar de una tarde de relax. En cuanto a las motos de agua, se acercan al litoral a plena velocidad en busca de tortugas en superficie. “¡Hey! ¡Look at that!”. Solo la pequeña flota de barco de pesca del barrio parece la más tranquila aquí, inmóvil (al menos durante el día) en medio de toda esta agitación…
Debajo el agua, puedes encontrar toda una fauna característica de los fondos arenosos. No es raro cruzarse con un tiburón ángel o una raya. En verano 2009, incluso se informó de un avistamiento de tiburones martillos varios días seguidos. La pared rocosa vertical que confina este campo de arena es muy pobre en vida marina pero se puede encontrar un poco más de diversidad marina en los grandes bloques, que están al principio de la inmersión.
Se contabilizaron al menos 6 ejemplares de tortuga verde simultáneamente en este lugar. Parecen aprovechar de una comida de fácil acceso para prepararse a seguir con su viaje. El problema principal es que resultan generalmente heridas antes de poder seguir con su migración. El Centro de recuperación de la fauna silvestre (0034 922.250.002 - 112) interviene continuamente en el Puertito debido a las heridas causadas por las embarcaciones o por ingestión de plásticos.
El Puertito de Armeñime es un lugar de renombre que se ha transformado en un teatro de actuaciones incomprensibles. La foto adjunta fue tomada en noviembre de 2009. La flecha de un furtivo atravesó a una tortuga verde. ¿Accidente, venganza o simplemente estupidez humana? Eso me recuerda la historia vivida por un amigo submarinista en este mismo lugar. Contemplaba con admiración a una sepia (choco) tumbada sobre la arena aproximadamente a un metro de él, cuando de repente una flecha se le clavó justo dentro… ¡La caza a los submarinistas está abierta!
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