
El Gobierno de Canarias está convencido de que la observación de cetáceos en Canarias está suficientemente controlada. Las infracciones cometidas por las embarcaciones dedicadas a este negocio han descendido en un 96% en los últimos 7 años.
Pero, además del número de infracciones, se ha reducido a la mitad el número de embarcaciones que realizan excursiones para avistar ballenas y delfines. En 1997 había 56 barcos de este tipo en Tenerife, mientras que el año pasado eran 26.
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