miércoles, 10 de junio de 2009

Los champiñones

Buceo desde barco - nivel fácil.
Dos rocas con forma de champiñones dieron este nombre al punto de inmersión que se encuentra situado en la bahía Las Galletas.

El capitán del barco nos advierte de que esta mañana hay una ligera corriente. La entrada al agua la hacemos lo más rápida posible y comenzamos a bajar a lo largo del cabo del ancla, encontrandonos muy pronto en un plato rocoso a 14m de profundidad. Numerosos sargos están presentes en este lugar y en particular bancos de sargos breados

Seguimos la pendiente a lo largo del veril. Se trata de una pared vertical de 10 metros de alto, aqui es donde empieza otra inmersión llamada "los cañones", pero hoy no seguimos esta pared y pasamos sobre una zona de arena de unos veintitantos metros de anchura en dirección sur. Una barra rocosa cuya extremidad se asemeja extrañadamente a un champiñón nos ofrece protección contra la corriente reinante este día. Esta barrerra nos guiará de forma natural hasta el fondo de arena que se encuentra en unos 30 metros de profundidad. Por el camino nos cruzaremos 3 barreras rocosas perpendiculares, un verdadero paraíso de las morenas y cangrejos flechas.



Efectivamente es casi imposible no cruzarte en esta inmersión con ninguna morena en este cuadrado rocoso. La vida submarina es rica en este paraje submarino y el lugar está formado por numerosas proyecciones rocosas, agujeros y escondrijos… Un lugar ideal para encontrar a antozoarios u otros cnidarios.




Cuando llegamos a la arena bordeamos la formación rocosa que nos queda a mano izquierda. Las anguilas jardineras (Heteroconger longissimus) están presentes en gran número y se pierden en el horizonte. Nuestro pequeño grupo de buceadores se agrupa de nuevo y en un agujero se despliega una bonita anémona (Telmatactis cricoides). Impresionante por su tamaño, tiene un pie de al menos 20cm de longitud y 10 de diámetro. Fiel a su puesto un par de camarones limpiadores (Lysmata grabhami) que parecen cuidar con mucho recelo y mimo de ella.




Antes de empezar nuestro ascenso siguiendo la segunda barrera rocosa con forma también de champiñon, nuestra guía examina una nasa colocada sobre la arena a unos treinta metros de profundidad. Parece estar completamente abandonada y desprovista incluso de cabo de levantamiento. Me acerco para verificar que efectivamente esta vacía. Los encuentros de este tipo no son inusuales en una inmersión y se pueden encontrar una o dos nasas en cada inmersión del sur de Tenerife. El impacto ecológico de la pesca tradicional es enorme sobre los puntos de inmersión. Las inspecciones de los servicios de la Consejería de Pesca del Gobierno de Canarias son tan raras como la presencia de la placa identificadora en las nasas, que aún siendo obligatorio según la Ley vigente de Pesca en Canarias lamentablemente brillan por su ausencia.

Pensando en el video que grabó un amigo, yo me sumo al grupo de buceadores que ya han empezado a informarse sobre este tipo de pesca “tradicional” para dar parte debidamente al Gobierno de Canarias y que este pueda aplicar debidamente algunas acciones legales a corto, medio y largo plazo con el fin de garantizar un futuro tanto a los pescadores responsables como al buceo en Canarias, pero sobre todo para que entre todos hagamos una gestión responsable y sostenible de los recursos marinos antes de que sea demasiado tarde.




Seguimos por la barrera rocosa hasta el veril donde encontramos el ancla sin mucha dificultad. Se dejó puesta una línea de vida a la proa del barco para facilitar nuestras paradas de seguridad ya que la corriente no disminuyó nada durante la inmersión. Con mucha paciencia cada pareja de buceadores retrasa su salida del agua, explorando el azul en busca de alguna tortuga marina. En 2008, una tortuga verde vivía en los alrededores pero ya hace meses que no la vemos..... ¿pero quien sabe? La naturaleza reserva muchas sorpresas…..



No hay comentarios:

Publicar un comentario