martes, 28 de abril de 2009

Estrellas de mar

Las estrellas del mar hacen parte de la familia de los equinodermos (como los erizos o pepinos de mar), quien a diferencia del resto de los animales, pueden cambiar, voluntaria la rigidez de su tejido conjuntivo. El cambio es tan acusado como lo que hay entre el hielo y el agua. El tejido conjuntivo puede ser rígido o flexible, dependiendo de la voluntad del animal y del entorno en que el se encuentre.




La característica más conocida de los equinodermos es su simetría pentarradial, es decir, en general, que el cuerpo se divide en cinco partes, alrededor de un eje central.
Equinodermos significa “animales con piel espinosa”.



Se conocen aproximadamente 1500 especies de estrellas de mar. Son animales cosmopolitas que generalmente habitan en aguas poco profunda, se desplazan sobre las rocas del fondo marino, o viven enterradas en fondos arenosos.
Normalmente las estrellas de mar son de colores rojos, anaranjados, azules, púrpuras o verdes, o bien muestran combinaciones de estos colores.

La boca se encuentra en el centro de la parte inferior del cuerpo, llamado disco. Cada uno de los brazos presenta dos a cuatro filas de unos pequeños apéndices tubulares, denominados pies ambulacrales, o podios. Están llenos de un líquido a base de agua de mar y funciona como un sistema hidráulico. Generalmente, las estrellas de mar se desplazan lentamente y son capaces de darse la vuelta doblándose sobre ellas mismas si se dan la vuelta accidentalmente.
En el extremo de cada brazo hay por lo menos un pie ambulacrale pequeño y en forma de tentáculo, que tienen una función sensorial.

La mayoría de las estrellas de mar son carroneros o carnívoros, y se alimentan de toda clase de invertebrados en particular a base de caracoles, bivalvos, crustáceos, otros equinodermos e incluso de peces. Para alimentarse, la estrella envuelve al bivalvo con su propio cuerpo. Algunas pueden evertir su estomago e introducir lo en través pequeños aberturas de apenas 0,1mm. Otras tragan la presa entera.




Los asteroides (estrellas de mar) poseen un gran poder de regeneración. Pueden regenerarse cualquier parte de los brazos, también si el cuerpo esta parcialmente dañado.
El ritmo es lento y se necesita generalmente por los menos un año para que sea completa.






En general, los sexos son separados, la fecundación externa y la primera parte de la vida se desarrolla de manera planctónica (flotando entre dos aguas).










Las ofurias (fotos 9 y 10) son una clase aparte de los equinodermos. Ellas parecen a los asteroides, ya que presentan brazos, pero en otros aspectos ambas clases son bien distintas. Se considera que los ofiuroideos representan el grupo de equinodermos con mayor éxito evolutivo. Este éxito, es probablemente en relación con su movilidad, diversidad de hábitos alimentarios y de su pequeño tamaño, que les permite explorar lugares inalcanzables por la mayoría de los equinodermos.

Nombres de las varias especies de estrellas de mar que encuentre durante mis inmersiones en Tenerife:

1: Coscinasterias tenuispina
2: Astropecten aranciacus
3: Ophidiaster ophidianus
4: Narcissia canariensis
5: Hacelia attenuata





6: Echinaster sepositus
7: Género, Luidia. Este especie esta actualmente en estudio. Se pide de informar al Museo de Ciencias Naturales de Tenerife en caso de avistamiento en Canarias.
8: Marthasterias glacialis
9: Ophioderma longicaudum
10: Antedon bifida

















Las estrellas de mar, entre otros, juegan un papel importante en el control de la populación del erizo diaderma antillarum porque son unos de sus depredadores. Es muy importante no recoleccionar a las estrellas de mar y no comprar capturas con fines ornamentales o de acuariofilia.




Viene aquí un vídeo donde una estrella de mar esta cazando a erizos:


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